sábado, 27 de octubre de 2007

Perdidos, 3ª Temporada: Extraños en tierra extraña.

Alerta: Contenido pernicioso (spoilers a porrón, vamos).

Hace poco terminé de ver la tercera temporada de esta maravillosa serie. Para mí es la mejor de las tres temporadas y un derroche de ingenio, imaginación y saber dar en el clavo. Perdidos debería ser llamada "la serie de la empatía" porque sus personajes están curradísimos, todos ellos son como grandes colegas o enemigos para el espectador que lleva más de 60 episodios conviviendo con ellos.

Subjetivamente, estamos ante la mejor producción de televisión de la historia. Sí, yo no soy experto en series de TV y no he visto muchas, pero mi fe me dice que no existe nada superior a Lost, y punto. Hay películas, cómics, libros, series, etc., cuyos personajes son tan perfectos y multidimensionales que te dejan tocado. Pues bien, Perdidos es un claro exponente de ello y el final de la tercera temporada a mí me ha dejado tocado. Yo creo que desde el primer capítulo, la mayor baza de esta serie no son los misterios de la isla, ni las muchas interconexiones entre personajes e historias. Como dicen Damon Lindelof (co-creador y co-guionista) y Carlton Cuse (co-guionista y productor ejecutivo) en el vídeo "Perdidos: Las Respuestas" lo realmente atrayente y conseguido son los personajes, y en el avance de ésta tercera temporada los guionistas reinventan a cada personaje y a la propia serie de forma magistral.

El comienzo me pareció un poco lento y con ciertos altibajos en cuanto al ritmo general de la serie: unos capítulos van la hostia de rápidos, contando mil cosas seguidas sin profundizar casi en nada (se me viene a la mente el episodio donde Sun mata a uno de Los Otros) mientras que otros son lentorros y ciertamente insulsos que en los 40 minutos que dura cada episodio apenas cuentan nada (como el del tatuaje de Jack). Fue a partir del 8 o por ahí cuando la serie realmente me hizo viciarme como si de un opiáceo se tratase.

Personajes secundarios como Hurley o Charlie cobran una importancia vital entre tanto pesimismo que hay en la isla, ya que son esos personajes simpáticos los que le dan vida al asunto. El primero es el portador de la esperanza, con el capítulo de la furgoneta y sus buenas intenciones con todo el mundo y esa propuesta para que Sawyer se convierta en una mejor persona. Charlie es sin duda uno de los héroes de la temporada, protagonista de dos antológicos capítulos que a mí me parecieron realmente emotivos y cuyo final es de los mas conmovedores que he visto nunca. Otro personaje que mejora es el Dr. Jack Shepard, el cual siempre me había gustado porque es uno de esos héroes necesarios, el líder que cualquier supergrupo del cómic debe tener. Pero lo que hace que me parezca uno de los más interesantes es que es un héroe cuyo liderazgo le conlleva una vida de tristeza y depresiones (como le vaticinó la chica que le hizo el tatuaje), lo que lo hace más parecido a Scott Summers que al Capitán América. Además tiene ese punto de hombre desequilibrado, neurótico al 100% (brutal el primer capítulo de la temporada donde se pensaba que su padre se follaba a su mujer), el hombre de ciencias de la isla, pero que en realidad cree en el destino y es un hombre de fe, aunque él no lo sepa (como le dijo Locke).

John Locke sigue siendo la piedra angular de la serie. A parir del episodio donde entra en escena Mikhail Bakunin (un militar ruso con mala hostia, estereotipado pero con un gran carisma, y además increíblemente difícil de matar), Locke vuelve a ser el calvo cabrón que lleva encima casi toda la intriga de la serie, porque en los episodios anteriores lo trataban más bien sin saber que querían hacer con él. Además, tenemos un par de flashbacks potentes sobre su pasado, y descubrimos por fin como llegó a la silla de ruedas (impresionante la escena en la que su padre lo lanza desde un octavo piso). Como es un hombre especial (recordemos que cuando se despertó tras el accidente podía mover las piernas, y eso teniendo una parálisis en la columna) que tiene cierta vinculación con la isla, se hará amigote de Ben Linus, el jefe de Los Otros, e incluso llegará a conocer a Jacob (algo que me dejó bastante desconcertado, ¿qué coño es Jacob? ¿El humo negro? ¿Walt? XD). La baja más importante de la temporada (junto a la de Charlie) es la de Mr. Eko, uno de los platos fuertes que nos ofreció la segunda temporada y un personaje que tenía algunos de los mejores flashbacks y de alguna forma también estaba conectado con la isla: fue el único que plantó cara al humo negro sin recibir ni un solo rasguño y el cadáver de su hermano se encontraba en la avioneta que mató a Boone. La muerte de Eko me pareció precipitada y mal llevada, era un personaje que todavía tenía mucho que decir y en el que muchos habíamos puesto grandes espectativas. Una lástima.

Y podría escribir un rollazo personaje por personaje, porque casi todos me encantan. Digo casi todos porque Juliette Burke no me llama demasiado, quizá sea porque la actriz que la interpreta me parece más inexpresiva que Ben Affleck en "Pearl Harbor", siempre con la misma cara de "soy así de molona, medio buena y medio mala" y en ocasiones parece un personaje de Mark Millar (más chula que un ocho, vamos).

Tampoco son santo de mi devoción los personajes de Rodrigo Santoro y Kiele Sánchez, vale, sí, protagonizan un capítulo bastante molón (intrascendental, por otra parte) pero en los demás episodios previos todas sus intervenciones están metidas con calzador sólo para que a la hora de ver dicho capítulo (el 14 concretamente) conozcamos a los personajes aunque sea de vista. Que maten a Eko en el tercer capítulo y que me metan a estos dos así... pues duele, jajaja.

Pero, de todas formas, la serie es tan satisfactoria que todas esas cositas que no me terminan de convencer se convierten en detalles mínimos. Las virtudes son muchas, más y mejores. Por ejemplo, la nueva faceta de Desmond Hume, uno de los personajes que mejor me caen (por no decir el mejor) que siempre va a su puta bola pero se preocupa por los demás, le gusta el whisky caro y es capaz de cualquier cosa para redimirse de los actos de cobardía que hizo en el pasado con su novia, Penny. Al igual que Sawyer, un tío que cada vez da más juego, sobretodo después de descubrir quién fue el causante de su desgracia familiar.

Otra cosa que quiero comentar es el nivel interpretativo de la serie. En mi opinión los mejores actores son Matthew Fox y Terry O'Quinn, pero salvo alguna excepción, todos están estupendos y lo mejor de todo no es que actúen bien, lo mejor es que se nota mucho que se sienten cómodos interpretando a esos personajes.

Etcétera, etcétera. Una serie ejemplar que hay que ver, y las personas que la hayan visto (quienes se supone están leyendo esto) son una raza superior XD

NOTA: 10/10 (me la soplan los altibajos, solo por el excelente desenlace se merece la nota máxima).

Veremos a ver como aguantamos hasta la cuarta temporada.