Genial película de polis donde tenemos a Denzel Washington en uno de sus pocos papeles de villano y a un Ethan Hawke en estado de gracia, en mi opinión lo mejor de la peli. El problema es que yo había visto antes "Dark Blue", de Ron Shelton, que se produjo un año después y que tiene muchos puntos en común con ésta, además de que ambas están escritas por David Ayer, lo cual hace inevitable que las compare. La diferencia es que en "Dark Blue" se hace mucho más hincapié en el sentido del deber, en los policías corruptos e incluso en cómo estos le ven sentido a limpiar la mierda con otro tipo de mierda.
En "Training Day", Antoine Fuqua nos ofrece a los típicos poli bueno y poli malo: el personaje de Denzel Washington; macarra, chulo, corrupto, con dos pistolas (las cuales usa con mucha frecuencia para tirarse el rollo y disparar sin apuntar) y el de Hawke, que es el típico novato inexperto que viene de poner multas, que quiere detener a los malos y que normalmente termina por ponerse de mala hostia, sacar la pipa y repartir candela; en éstas películas éste es el arquetipo de personaje que más me gusta. La película transcurre en un solo día, desde que amanece y Jake Hoyd -policía que acaba de pasarse al Departamento de Estupefacientes- se va a dar una vuelta con su nuevo superior, Alonzo Harris, hasta que anochece y se cierra el círculo. Durante todo el día, Alonzo tendrá tiempo de sobra para putear a su nuevo compañero, enseñarle que un estupa (agente de estupefacientes) solo se encarga de los peces gordos de la droga y los camellos y drogatas de barrio chungo son cosa de barrenderos. Así, Jake descubrirá poco a poco dónde lo ha ido metiendo Alonzo, y tendrá que pasarlas putas por culpa del cabronazo de su jefe... nada que no se solucione con dos cojones y una 9 milímetros.
En mi opinión, además de la elección de los actores (aparte de los dos protagonistas principales, tenemos a muchos secundarios estupendos como Tom Berenger, Scott Glenn, Eva Mendes o Cliff Curtis), lo mejor es el desarrollo de la trama. Todo está perfectamente estructurado y planificado, coincidencias como el monedero de la chica a la que están a punto de violar, que consigue que el protagonista se salve (como me comentó un amigo, recuerda a la ley del karma de "Me llamo Earl"; si haces cosas buenas es posible que de vez en cuando te pasen cosas buenas) o cuando Jake fuma crack pensando que es marihuana. Además tiene algunos momentos acojonantemente buenos, como la famosa parte en casa del traficante interpretado por Cliff Curtis, "¿Te han empujado la mierda para dentro?" (jajaja) o el arranque de la película con la conversación en la cafetería, que sirve de presentación de los personajes. Mi favorita es la pelea-persecución entre los dos protagonistas, me encantan esas peleas sucias que no parecen coreografiadas.
NOTA: 8/10.

3 comentarios:
He cambiado la dirección del blog:
http://elblogdecharlyramone.blogspot.com
Qué peliculón. Hace la hostia que no la veo y al leer el artículo me han entrado ganas de revisarla.
100 por cien de acuerdo contigo
Publicar un comentario