martes, 18 de septiembre de 2007

Doble sesión con los Hermanos Coen.

ARIZONA BABY

Me costó bastante ponerme a verla solo por el hecho de que Nicholas Cage me parece un actor bastante malo, tiene sus pelis buenas, pero normalmente se limita a pasear ante la cámara con su cara de pan sin sal. Pero bueno, me puse a verla para completar el ciclo de los hermanos Coen (es que las tienen todas en la biblioteca y alquilarlas es gratis, jeje) y me llevé una sorpresa. Por el tráiler y lo que había leído, tenía toda la pinta de ser la tipica comedia disparatada con Nicholas Cage pasadísimo de rosca, sobreactuando y demás. Pero la verdad es que está muy bien, así como el resto de actores de la película.

En la peli hay humor por todos lados, pero especialmente hay un par de momentos realmente hilarantes; como el arranque de la peli donde el protagonista entra y sale de la carcel continuamente (con la curiosa forma de pedir matrimonio un convicto a una poli) y la parte donde una pareja formada por Frances McDormand y Sam McMurray visitan al matrimonio protagonista. O si no, todas las apariciones del malo de la peli, interpretado por Randall "Tex" Cobb ("Mis amigos me llaman Lenny... pero yo no tengo amigos" XD).

En fin, es una buena película de humor pero una obra menor en la filmografía de sus creadores. El final de la peli ya es mas flojo, aunque supongo que es el que más encaja con la historia.

NOTA: 7/10

BARTON FINK

Hablar de ésta película ya son palabras mayores. Con ella he tenido esa sensación al acabar de ver un film, que te deja mirando sus títulos de crédito finales embobado mientras tratas de asumir que lo que acabas de ver es TAN bueno. Me pasó en su día con La Naranja Mecánica, y me ha pasado varias veces después... pero hacía ya tiempo que ninguna película me dejaba tan satisfecho.

Llevaba yo la última semana viendo pelis de zombis en mis ratos libres, y ver los delirios italianos de Zombi 3 (una cabeza zombi voladora, un tío que se pelea con los zombis como si fuese Steven Seagal -brazos rotos y llaves incluídas-, un feto que mata a una tía desde el vientre de su madre, etc.) es algo muy diferente a esto. Para mí es la mejor película de los Coen junto a El hombre que nunca estuvo allí, tanto a nivel de guión como de dirección. La historia es una pasada, es imposible no identificarse con el protagonista (increíblemente bien interpretado por John Turturro), ya que además tiene el mismo problema que yo: el miedo de la página en blanco. Yo no entiendo mucho de tecnicismos en el mundo del cine, pero voy a decir que la fotografía de la película es perfecta, que cada plano de la película es perfecto, que no sobra ni falta ni una sola maldita cosa.

En la segunda mitad, el descenso a los infiernos de Barton Fink, la película se vuelve surrealista. Pero no un surrealismo de mostrar paranoias, imágenes impactantes, inconexas y sin sentido, no... un surrealismo en el que pasan cosas sin saber muy bien por qué. Que sea surrealista no quiere decir que hayan bebés monstruosos ni niños jugando con cabezas arrancadas en sueños oníricos.

Además, la película sigue con el excelente toque de humor negro de los hermanos Coen y eso que es una puesta en escena bastante más seria y pretenciosa de lo normal en sus películas. Podemos ver como Jack Lipnick (el jefe de Barton Fink interpretado por Michael Lerner) pasa de besarle los zapatos al protagonista a poco después llamarle judío de mierda en su propia cara. O si no, cuando Lipnick le habla a Fink sobre su ayudante (interpretado por Jon Polito): "No le hables del pasado, porque puede ser doloroso para él... ¡qué coño, hablale de lo que quieras!". Otro personaje semejante es el de Tony Shalhoub (el de la serie Monk), que representa el poco amor por el cine que ha habido siempre en Hollywood.

En fin, poco más que añadir. Que el final es perfecto y que en todas las películas de los Coen que he visto, la protagonista femenina está más morbosa de lo que suele estar en otras pelis.

NOTA: 10/10

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